Sinagoga Portuguesa

A partir de la segunda mitad del siglo XVII, se permitió a los judíos de Ámsterdam construir sinagogas visibles desde la calle, una decisión que cambió el aspecto de toda la ciudad. Pasea por los pasillos iluminados con velas en la sinagoga Portuguesa (conocida también como Esnoga ), admira las intrincadas tallas en madera y siente el suelo arenoso bajo tus pies. Además, contarás con una audioguía que te informará sobre el contexto de todo lo que ves.
El interior de la sinagoga Portuguesa es una maravilla magníficamente conservada. Aunque el lugar ahora cuenta con suelos de madera y mejoras arquitectónicas, sigue a día de hoy sin calefacción ni iluminación eléctrica, por lo que acceder al edificio es adentrarse en un espacio mágico y maravilloso: un retorno a la edad dorada de los Países Bajos bajo la luz de las velas.
En el siglo XVII, el comercio, la ciencia, el ejército y el arte holandés se contaban entre los más avanzados del mundo, y es por ello que este período se recuerda como el Siglo de oro neerlandés. Hasta el Holocausto, los judíos representaban un 10 % de la población de Ámsterdam, muchos de los cuales eran descendientes de los que huyeron siglos antes de la persecución en España y Portugal.
En esta época, la sinagoga Portuguesa fue uno de los mayores edificios de Ámsterdam. En la actualidad, es una de las últimas cinco sinagogas con suelo arenoso, que, en su día, se utilizaba para absorber el polvo, la humedad y el ruido.
Esta entrada incluye el acceso al Museo Histórico Judío, que queda justo al lado, y Hollandsche Schouwburg (Memorial Nacional del Holocausto), que también queda cerca, de forma que con esta visita podrás conocer en profundidad la cultura y la historia de los judíos.