Excursión de medio día por la Costa Brava

En esta excursión visitaremos la Costa de Girona, bautizada hace 100 años como la Costa Brava. Este nombre se debe al paisaje agreste y escarpado que caracteriza gran parte de la zona costera, salpicado por pequeñas calas rodeadas de pinos y bañadas por aguas cristalinas.Su riqueza y belleza natural es particularmente evidente en algunos territorios y áreas protegidas, tales como el Parque Natural Cap de Creus, las Marismas del Empordà y la Reserva Marina de las Islas Medas.La Costa Brava es famosa también por sus pueblos. Los que en el pasado fueron pequeños núcleos de pescadores, con pequenas casas de paredes encaladas blancas y callejuelas estrechas y tortuosas, conservan todavía hoy su encanto único.A lo largo de los años, esta zona ha sido un punto de entrada, tráfico y asentamiento de diferentes culturas y civilizaciones. Cada una de ellas ha ido dejando su huella hasta la actualidad.En esta excursión de medio día, descubriremos la parte meridional de la Costa Brava, visitando dos de los pueblos más representativos de la esencia de la costa. Contrapuestos el uno del otro, pero a la vez complementarios, nos harán volver a Barcelona, después de unas pocas horas, con una imagen completa de lo que la Costa Brava es.ITINERARIOTomaremos la autopista y en aproximadamente 1 hora y 15 minutos llegaremos a Lloret de Mar, el principal centro turístico de la Costa Brava. Nada más llegar nos percataremos de su bullicio. Numerosos autobuses llegan aquí procedentes de todas partes de Europa, trayendo visitantes dispuestos a disfrutar de sus playas, hoteles, tiendas, actividades y, sobre todo, de su animada vida nocturna.Dispondremos de una hora para explorar este pueblo dinámico, lleno de colores y con una identidad muy marcada.A lo largo de su peculiar paseo marítimo, podremos disfrutar de excelentes vistas de sus playas, desde la majestuosa playa de Lloret hasta la recóndita Sa Caleta. Asimismo, dos suaves colinas situadas a ambos extremos del paseo, serán nuestros miradores privilegiados sobre toda la localidad y su entorno.Paseando por las calles estrechas, que aún esconden su reciente pasado marítimo, descubriremos multitud de tiendas para todos los gustos: desde las marcas más de moda hasta los típicos bazares playeros.En medio de su calle más comercial, también podremos admirar joyas arquitectónicas de gran valor como la Iglesia de Sant Romà, con su exquisito estilo modernista y en cuyo interior se encuentra un retablo del siglo XVI muy bien conservado.Aproximadamente a las 10:50 AM subiremos a bordo del barco Dofijets, que nos conducirá hasta la vecina población de Tossa de Mar. Durante la navegación disfrutaremos del paisaje inigualable y tan característico de la Costa Brava: un desfile de enormes acantilados, a los cuales la fuerza del mar y del viento han moldeado formas muy particulares a lo largo de los siglos.Alrededor del mediodía, llegaremos a la emblemática población de Tossa de Mar, conocida como “la Perla de la Costa Brava” por albergar en un espacio reducido todos aquellos elementos paisajísticos e históricos que han forjado la tan merecida fama de esta costa.Sus paisajes espectaculares, que incluyen sus costas, playas, cuevas en los acantilados y su vegetación salvaje, la convierten en una de las localidades que mejor ha sabido mantener su entorno natural, en perfecta armonía con el desarrollo turístico.La historia ha ido dejando sus huellas, desde los romanos en la Vila Romana dels Ametllers, ejemplo clásico de explotación agrícola en el Mediterráneo y una de las más importantes de la antigua provincia romana de Tarraco, hasta su destacado recinto fortificado de la Vila Vella o casco antiguo de Tossa, declarado monumento artístico e histórico nacional en el año 1931, siendo sus torres y murallas el emblema del municipio. Actualmente es el único modelo de población medieval fortificada que todavía existe en el litoral catalán, construido a inicios del siglo XIII, y que ha sido objeto de varias restauraciones que le han dado su estructura actual.Fuera de sus murallas, se encuentra el antiguo barrio tradicional de pescadores llamado Sa Roqueta, que todavía conserva ese ambiente marinero tan característico de los pueblos de la Costa Brava.Una vez que estemos en Tossa de Mar, iniciaremos un paseo desde la playa hasta la cima del perímetro amurallado donde se encuentra el faro. Allí, podremos apreciar impactantes vistas del litoral. Al descender, pasaremos por las calles estrechas de la Vila Vella hasta llegar al barrio marinero. A partir de aquí, dispondrás de tiempo libre para acabar de descubrir el entorno y para almorzar. Esta localidad dispone sin duda alguna de la oferta gastronómica más amplia y variada de toda la Costa Brava.Una tranquila caminata a lo largo de la playa, nos ayudará a encontrar rincones con perspectivas únicas de la costa.Otra visita a la que no debes renunciar antes de partir es a la Vila Romana dels Ametllers, situada en pleno centro de la ciudad y fácilmente accesible, con entrada libre y plafones explicativos. Allí podras apreciar sus pavimentos con mosaicos muy bien conservados. Te recomendamos hacer una visita completa.No puedes irte de Tossa de Mar sin curiosear por las pequeñas y atractivas tiendas situadas en sus calles típicas.