Escapada de un día a los Castillos de Transilvania desde Bucarest

Tras la recogida en su hotel por la mañana, tome la carretera hacia Sinaia para visitar el castillo de Peles, la antigua residencia de verano de los reyes rumanos en Sinaia, un conocido complejo de montaña. En la actualidad el castillo es uno de los museos más importantes de Transilvania, donde se puede admirar el mobiliario y las colecciones de objetos ornamentales, alfombras, tapices, esculturas, pinturas y armas de los siglos XV a XIX.

El viaje continúa hacia Bran y su famoso castillo de Bran, también llamado "Castillo de Drácula", situado cerca de Brasov (a 25 km) en la entrada del pasaje entre Bran y Rucar. El castillo obtuvo su fama por la leyenda de Drácula escrita en 1897 por Bram Stoker, que más tarde se convirtió en una película de Francis Ford Coppola. Los primeros documentos sobre el castillo de Bran aparecieron en 1377. A lo largo de la historia, el castillo ha tenido la misión estratégica de ser la frontera entre Transilvania y Valaquia. En primer lugar estuvo bajo el gobierno del rey de Hungría Segismundo de Luxemburgo; a continuación, bajo los gobernantes rumanos Mircea cel Batran y Vlad Tepes; y más tarde quedó bajo la jurisdicción de Brasov. En 1912 fue donado por el municipio de Brasov a la familia real rumana con el fin de convertirse en su residencia.

Haga un breve recorrido por la ciudad de Brasov. La Plaza del Ayuntamiento, de 1520, ha sido el centro de Brasov desde hace cientos de años. Las ferias de comerciantes y artesanos tenían lugar aquí. Llegaban desde Transilvania, Valaquia e incluso el Cercano Oriente y Europa. Las calles junto a la plaza recibieron sus nombres según los tipos de productos que vendían; nombres como Feria de Trigo, Fila de Telas, Feria de Butnar, Feria de Lino, Fila de Algodón o Feria de Pieles. La plaza está rodeada de casas construidas del Renacimiento, Barroco, Provincial y Neoclásico, y una vez albergaron pequeñas tiendas y almacenes.

La fortaleza medieval de Brasov fue una de las más seguras de Europa, con una defensa arquitectónica de paredes de piedra, 32 torres de defensa, 8 baluartes y 4 puertas fortificadas. Las torres tenían funciones defensivas y de observación. Durante el recorrido podrá ver la antigua muralla que todavía se conserva, así como las torres Blanca y Negra. También se incluye una visita al Bastión de Weaver, el mayor y mejor conservado. La Puerta de Ecaterina, situada cerca de la Puerta Schei en la parte occidental de la fortaleza, fue construida en 1559 con un estilo renacentista. Tiene una torre puntiaguda y cuatro torres pequeñas que simbolizan el derecho medieval de la vida y la muerte sobre la vida de la vasallos.

Vuelva a Bucarest y le dejarán en su hotel.