Excursión de esnórquel a Koh Phi Phi en lancha motora desde Koh Lanta

En esta excursión guiada de un día completo, descubrirá las principales atracciones del archipiélago de las islas Phi Phi. Las islas Phi Phi se consideran de las más espectaculares del mundo, con acantilados de piedra caliza y colores vivos que se alzan en perpendicular sobre las aguas verde esmeralda, laderas cubiertas de selva, playas de arena blanca y vistas panorámicas idílicas desde sus colinas, sin olvidar sus espectaculares cuevas y grutas.

Le recogerán a las 8.00 h directamente en su hotel y, a continuación, partirá desde el muelle de Koh Lanta hacia la primera parada en la bahía de Maya. Se trata de una hermosa bahía resguardada por acantilados de 100 metros de altura por tres de sus costados. En el interior de la bahía, existen numerosas playas: la mayoría son pequeñas y algunas solo emergen con la marea baja. La más grande, que mide unos 200 metros de largo, ofrece una suave y sedosa arena blanca, coloridos arrecifes de coral submarinos y peces exóticos en unas aguas increíblemente claras. De hecho, toda la bahía es un gran arrecife.

La siguiente parada es en la playa de los monos, una de las principales atracciones turísticas de la isla de Koh Phi Phi Don. La playa está aislada del pueblo principal, donde llegan los ferris y se sitúan casi todos los alojamientos, por un cabo rocoso repleto de vegetación, a los pies de la montaña más grande de la isla.

Ponga rumbo ahora hacia la isla de Bambú, donde podrá disfrutar de un rico bufé tailandés compuesto por pollo Massaman, pollo frito, pollo frito salteado, arroz al vapor, fruta fresca y refrescos. Tras el almuerzo, podrá explorar la diminuta isla de Bambú, que nada tiene que ver con sus hermanas mayores. Aquí no hay picos rocosos elevados, sino tan solo una pequeña playa de arena blanca que surge de las aguas turquesas.

Antes de regresar a Koh Lanta, tendrá tiempo de visitar la isla principal, llamada Koh Phi Phi Don. Este pequeño trozo de paraíso se compone de dos extremos rocosos conectados por una estrecha franja de arena. A cada lado, con sus calas turquesa y esmeralda, se sitúan la bahía de Loh Dalum y la bahía de Tonsai.