Caminata por el refugio nacional Gandoca Manzanillo

El refugio de vida salvaje Gandoca Manzanillo está situada en uno de los lugares más bellos de las regiones de Costa Rica. Situado a pocos kilómetros al norte de la frontera de Panamá en el cantón de Talamanca, este refugio de vida salvaje protege la flora y fauna de la zona con mayor peligro de extinción. Ubicada en la costa del Caribe de la provincia de Limón y bordeado por el mar Caribe al este, este refugio se clasifica como un bosque tropical húmedo y también protege los únicos manglares, criaderos naturales de ostras, que se encuentran a lo largo de los arrecifes de la costa.
Abarca varios hábitats peculiares como la selva de las tierras bajas, humedales y un pantanoso manglar. El refugio Gandoca Manzanillo también protege los únicos pantanos de orey y jolillo en Costa Rica. Esta reserva de fauna y flora es muy importante desde un punto de vista ecológico ya que contiene el único manglar intacto en el océano Atlántico, y la pequeña selva tropical primaria que se encuentra aquí es la única de este tipo en la región. En un hábitat único, esta reserva incluye una franja de playa de 10 kilómetros, un bosque de casi 3 kilómetros cuadrados, un arrecife de coral y 2 pantanos. El refugio Gandoca Manzanillo es también la zona de anidación para varias especies de tortugas, manatíes, cocodrilos, caimanes, sábalos y delfines. La temporada de anidación de las tortugas dura de marzo a mayo.
Entre la gran cantidad de vida silvestre que se encuentra aquí hay; cocodrilos, pacas, manatíes antillanos, caimanes, tapires, sábalos, delfines, tortugas marinas verdes, tortugas laúd, fragatas, pájaros carpinteros, pericos, águilas, pelícanos, tucanes y momótidos. Aquí habitan muchos peces de colores brillantes y vida marina, como el pez loro azul, el pez ángel, anémonas de mar, erizos, abanicos de mar de Venus, camarones, ostras, cohombros de mar, langostas y esponjas. Si bien aquí llueve durante todo el año, el mejor momento para visitar este refugio es entre marzo y abril y de septiembre a octubre, que se consideran meses más secos.