Excursión a Chichén Itzá, Ek Balam y cenote de Hubiku desde Playa del Carmen

Después de subir a bordo del transporte en su hotel y de realizar una parada técnica de 10 minutos, comenzará la ruta hacia el primer destino, Chichén Itzá. Esta ciudad sagrada de los Itzáes le dejará asombrado cada vez que el K'en Ahau (sol en la lengua Maya) se pone el 21 de marzo y el 21 de septiembre, durante los equinoccios de primavera y otoño.

El edificio principal es el castillo de Kukulkán, conocido como la Pirámide. Es un icono del conocimiento astronómico, arquitectónico, matemático y de la ingeniería y, junto con las plataformas, nos ofrecen información sobre el pasado, con sus numerosas esculturas y representaciones de serpientes de plumas y máscaras Chaac, el majestuoso dios de la lluvia que vive en el cenote sagrado, la entrada al inframundo.

Su monumental juego de la pelota representa, con sus grabados y glifos, la importantísima ceremonia que instauraron los propios dioses, según las páginas sagradas de Popol Vuj (el libro sagrado de los mayas). También merece la pena admirar el observatorio astronómico, también conocido como El Caracol y la zona de la iglesia, donde podrá contemplar sus máscaras del periodo clásico maya.

La segunda parada del día se realizará en el majestuoso cenote Hubiku, después de conocer la historia de Chichén Itzá. Aquí, podrá refrescarse en sus aguas y disfrutar de un relajante momento que sin duda recordará para siempre. El cenote es subterráneo y podrá acceder al mismo por sus escaleras de piedra. Gracias a su apertura en la parte superior, con la entrada de la luz del sol, el agua adquiere un hermoso color azul.
En este tipo de cenotes, la temperatura del agua suele ser de 20-21 grados centígrados.

La excursión finalizará en Ek'Balam, donde podrá subir a la Acrópolis y ver la entrada monumental al inframundo, representado en la tumba de Uk’it Kan Lec Tok antes de que renaciera como el mítico dios del maíz. En la tumba se exhiben las mandíbulas de un jaguar, y en ella encontraron una ofrenda que consistía en más de 7000 piezas de joyería diseñada por los mejores orfebres de la época. Podremos comparar esta riqueza con la de Egipto y China. El palacio principal y el contraste de las líneas de edificios que completan la plaza principal desde la cima le proporcionan un misticismo único en el mundo maya.

Las esculturas nos recuerdan a los seres alados, y la comparación con los seres de otras culturas como la india, nos invita a apreciar y comparar este con otros yacimientos arqueológicos. Conocer el reino de Talol en la ciudad de la estrella del jaguar después de probar las refrescantes aguas del cenote es una combinación única.