Paseo clásico en góndola

Recorre la ilustre ciudad de Venecia de la mejor forma posible: en góndola. Descubre cientos de años de historia flotando delante de tus ojos mientras un experimentado gondolero te guía por las inundadas calles. Es una actividad que no te puedes perder en "La Serenissima" (La esposa del mar).
El Sol ilumina tu cara a medida que te acercas al parque de góndolas. La barca oscila de un lado a otro sobre las pequeñas olas. Es un escenario idílico, pero la barca en cuestión parece un poco inestable en comparación con los grandes barcos del "Gran Canal".
Aunque estos mastodontes parezcan poco fiables y pongan a prueba tus nervios, no te preocupes, el gondolero es un profesional y te guiará de forma segura hasta aguas más mansas y canales más estrechos. Allí pasarás por debajo de antiguos e icónicos puentes y, con suerte, tendrás la oportunidad de ver a las ancianas colgando la colada sobre uno de los canales. Procura mirar hacia otro lado con discreción si ves ropa interior.
En Venecia todo el mundo viaja en barca. Los autóctonos viajan en lancha motora; las góndolas son un dominio exclusivo de los visitantes. ¿Dijiste ambulancias? Tampoco se encuentran entre la variedad de vehículos flotantes, al igual que ocurre con los camiones de bomberos, las furgonetas de reparto y cualquier otra cosa que esperes ver con ruedas.
Esta experiencia única en la vida merece una foto perfecta. Si tienes suerte, con solo otras seis personas a bordo (incluido el gondolero), tendrás espacio de sobra para hacer un selfie; o puedes pedirle a otro pasajero que capture este momento tan especial.
No te sorprendas si despiertas envidias durante este viaje. La mayoría de los turistas pagan cientos de dólares por un paseo corto en góndola. Tú, sin embargo, desfilarás sobre el agua por unos cuantos dólares. ¡Pero ese es nuestro secreto... shhh !